Los desafíos del open banking : protección de datos y regulación de nuevos oferentes
En el Congreso y en la Comisión para el Mercado Financiero se está estructurando un cambio trascendental que, al hacer a las personas dueñas de su información bancaria, cambiará la forma en que interactúan con el sistema.
July 20, 2023
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El Mercurio

A través del open banking, o banca abierta, se busca cambiar la forma en que las personas interactúan con sus servicios financieros. Y esta relación variará gracias a un punto esencial: la gente será ahora dueña de sus datos y, como tal, podrá compartirlos con las instituciones para buscar libremente la opción financiera que más le convenga.

Actualmente, si una persona quiere abrir una cuenta corriente, solicitar una tarjeta o pedir un crédito, lo más rápido es hacerlo donde tiene historial bancario. Si va a otra institución donde no tienen sus antecedentes, 'puede que la castiguen injustamente no dándole el crédito, otorgándole menos o pidiéndole muchos datos, porque para ellos este solicitante es desconocido y un potencial riesgo', explica Gustavo Ananía, docente del curso Fintech UNegocios de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile.

Cuando el open banking comience a operar —hay toda una estructura legislativa y tecnológica que debe afinarse todavía—, esta persona podrá entregar sus antecedentes a la institución que estime conveniente. 'En tal sentido, la banca abierta se relaciona con la disminución de la asimetría de la información que enfrentan los actores entrantes del sistema financiero, haciendo más flexible y versátil el flujo de ella', agrega Fernanda Rodríguez, secretaria académica de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad de Valparaíso.

Modelo abierto

Este nuevo ordenamiento será un cambio trascendental en la industria financiera, ya que 'al ser poseedores de sus datos pueden, realmente, elegir lo que más les conviene de la oferta existente', detalla Ananía.

Y los servicios financieros, por su parte, 'convergerán hacia un modelo abierto de colaboración y al mismo tiempo se verán obligados a competir por brindar servicios cada vez más adaptados a las necesidades de los consumidores', destaca Rodríguez.

Luis Opazo, gerente general de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), también destaca que este sistema traerá 'ganancias para todos los actores', pero además 'viene a establecer un marco normativo regulatorio para actividades que ya estaban sucediendo en el mercado'.

Esto se refiere principalmente a la actuación de los nuevos prestadores de servicios financieros, como las fintech. En este aspecto, Opazo opina que los reglamentos que está elaborando la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) a fin de implementar la Ley Fintech, donde se enmarca el open banking, deben 'regular de manera muy clara' el ingreso de instituciones para asegurar 'que haya una competencia justa entre los distintos actores, y que más allá de los tecnicismos legales y tecnológicos, el mercado sea seguro y confiable para la gente'.

Cuestión de 'data'

El proyecto de ley de protección de datos personales, que se encuentra en el Senado, consagra que cada persona es titular de ellos, incluyendo los bancarios. Esto convierte, en el marco del open banking, a las entidades prestadoras de servicios financieros solo en repositorios de información.

'Esto tiene que ser muy normado, y es el punto central de las finanzas abiertas: qué datos se comparten, cómo se comparten y cómo se resguardan esos datos. Eso requiere definiciones bien precisas, como, por ejemplo, de qué manera debe formalizarse un consentimiento para entregar datos, lo que el regulador tendrá que establecer y después supervisar que efectivamente se cumpla', afirma el representante de la ABIF.

La confianza que deben entregar las instituciones financieras en este nuevo marco es 'trascendental para un buen funcionamiento del sistema', recalca Fernanda Rodríguez. 'La gente debe estar segura de que tanto la transferencia como el uso de sus datos que consintieron están dentro de lo que a ellos le prometieron', continúa la académica.

Leyes en proceso

Para el desarrollo de las finanzas abiertas, hay varias leyes y regulaciones que convergen. Por una parte, las normativas de la Ley Fintech, que estableció un protocolo de comunicación estandarizado —conocido como API— que permitirá a todas las instituciones acceder, compartir y hacer un seguimiento eficiente de los datos. 'Pero para el funcionamiento del sistema se requiere de varias piezas técnicas y legislativas que también deben estar disponibles', agrega el ejecutivo de ABIF.

En segundo lugar, entendiendo que el foco central es compartir de manera segura los datos de los clientes, la ley de protección de datos personales es esencial, porque establecerá las normativas y mecanismos para que realmente se resguarde la información. Igualmente, es trascendental la ley de ciberseguridad, porque entregará un marco general con mayores niveles de protección al sistema financiero.

Y más ligado al tema financiero, el rol de la ley de registro de deuda que se discute en el Congreso es clave para la consolidación del open banking, puesto que 'permitirá otorgar mayor competencia y garantiza términos de contratación de deuda más eficientes y con mejores condiciones crediticias. Los ‘buenos pagadores' podrían beneficiarse de su historial crediticio, y se crean condiciones que permitirían controlar de mejor manera el sobreendeudamiento, mejorando la protección del consumidor y la gestión de riesgo', acota Rodríguez.