A un mes de que fuera aprobada la Ley Fintech en Chile, la industria espera que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) defina el marco regulatorio que regirá la nueva normativa. Esto debido a que tras su reciente entrada en vigencia aún hay un camino que recorrer, pues el regulador tiene 18 meses para dictar las normativas y luego otros 18 meses más, que es el plazo de implementación, por lo que la legislación recién debería estar operativa en su totalidad a mediados de 2024.

Desde el mundo fintech valoran positivamente la ley, pero están expectantes a lo que vendrá y defina el regulador para que se cumpla uno de los principales objetivos que impulsó la legislación: mayor competencia e inclusión en la industria financiera y un mercado más atractivo para la inversión. Para esto esperan que haya un marco regulatorio sencillo y flexible, con normativas fáciles de cumplir y que se apliquen de forma proporcional al tamaño y realidad de las nuevas empresas.

Benjamín Maluenda, legal counsel en Fintual, sostiene que dado que los servicios de tecnología financiera están en constante evolución, esto debiera ser flexible. 'Una normativa muy rígida afectaría el desarrollo del mercado e iría en contra de uno de los principales objetivos de la ley'. En línea con lo anterior, menciona que se espera que se cumpla también con los principios de la misma iniciativa legal, como la proporcionalidad basada en riesgos y la neutralidad tecnológica. 'Es decir, que lo estricto de la regulación dependa del riesgo de la actividad o servicio y que no se discriminen los medios tecnológicos usados para ofrecerlo', sostiene.

En ese sentido, Ignacio Pera, abogado experto en fintech y socio en Denthons, sostiene que si el marco regulatorio no es proporcional la ley va a funcionar como una barrera de entrada en vez de ser un precursor de nuevos negocios. 'Hay que tomar en cuenta la realidad de diferentes empresas y la afectación que puede tener en el mercado ser muy distinta, porque hay empresas que para poder crecer necesitan una regulación que sea más liviana, más flexible'.

Para el cofundador y CEO de Regcheq, Cristóbal Concha, quien asegura que este año será muy relevante en cómo la CMF va a enfrentar esta nueva ley y la normativa en específico que se emitirá, las fintech también tendrán que subirse de una forma responsable y rápida a los cambios que vengan para que puedan participar de buena forma. 'El regulador tiene que comprometerse con una regulación sencilla. Igualmente, todos tienen que poner de su parte para ser empresas reguladas', dice.

Por otro lado, Concha menciona que con las empresas más pequeñas el regulador debiera tomar un rol más de tutor: 'Tiene que darles acceso a toda la información, tener las herramientas para ayudarlas en la industria porque sino les a impedir un crecimiento y las puede dejar fuera'.

María Ignacia Jofré, cofundadora y Chief Growth Officer de Clay, coincide con las propuestas e indica que 'para el marco regulatorio que viene ahora será fundamental que la ley se aplique de forma proporcional al tamaño y al tipo de servicio regulado'.

Asimismo, la también vicepresidenta de FinteChile menciona que considerando que la aprobación de la ley es un hito esperado por todas las empresas del sector y desde el gremio, estamos seguros que con las normas claras se impulsará aún más el crecimiento de las fintech locales de forma sana y transparente.

'Al ser ahora una industria regulada, que entrega importantes oportunidades a los ciudadanos en términos de mejores servicios y a precios más convenientes, podremos ver en poco tiempo una mayor adhesión de usuarios y crecimiento en el número de empresas. Esperamos que las compañías lleguen a ser 400 y que la inversión en la industria bordee los US$ 400 millones', señala Jofré.

En tanto, Ignacio Canals, emprendedor Endeavor y cofundador de Migrante, quien coincide con que haya un principio de proporcionalidad para el tamaño y riesgo de las diferentes empresas, agrega que también el marco regulatorio debiera permitir mayor colaboración en la industria donde se genera más valor. 'Exigir información que sea útil para el sector financiero y que permita la colaboración en la industria sería muy positivo', asegura.

Brasil como referente internacional

Con la entrada en vigencia de esta ley Chile se convierte en el cuarto país de América Latina que aplica esta regulación, pues México, Brasil y Colombia ya cuentan con esta normativa. En ese contexto, Ignacio Pera espera que se replique lo mejor de los estándares internacionales y se evite tener soluciones propias. En esa línea, menciona como referentes internacionales a Reino Unido y dentro de América Latina a Brasil.

El CEO de Regcheq coincide con que Brasil cuenta con una regulación potente que se puede mirar. 'Allá hay un ecosistema comprometido a diferencia de otros países donde la normativa del regulador no ha sido lo suficientemente fuerte. Pero acá en Chile la CMF quiere que esto funcione bien', dice Cristóbal Concha.