Guillermo Torrealba, CEO de Buda.com: “Bitcoin es al dinero lo que internet es a las comunicaciones”

Latinoamérica avanza hacia la adopción de criptomonedas inexorablemente, predice la firma de exchange chilena, que las considera el futuro de la industria financiera. A pesar de las dudas que aún persisten en la banca tradicional y un amplio sector de la población, su creador esgrime las fortalezas que explican el auge del sector y de su propuesta.

Autor:
Gwendolyn Ledger
Sep 30, 2021

Latinoamérica avanza hacia la adopción de criptomonedas inexorablemente, predice la firma de exchange chilena, que las considera el futuro de la industria financiera. A pesar de las dudas que aún persisten en la banca tradicional y un amplio sector de la población, su creador esgrime las fortalezas que explican el auge del sector y de su propuesta.

Así como Siddharta Gautama alcanzó la iluminación bajo el árbol Bodhi, de acuerdo con los preceptos budistas, Guillermo Torrealba, el fundador de Buda.com también tuvo su momento de nirvana o despertar en mayo de 2014.

El ingeniero comercial de la Universidad de Chile tenía 26 años cuando conoció el Bitcoin, y le pareció tan impresionante lo que escuchaba que, el mismo día que supo de su existencia, decidió dedicarse a tiempo completo a entender la tecnología y a construir una empresa en torno a eso.

“La idea de que existiera un estándar monetario global que permitiera transferir por internet con las mismas facilidades con que mandamos un e-mail me pareció, evidentemente, el futuro de la industria financiera, que es la industria más grande del mundo, pero al mismo tiempo, la más retrasada en términos tecnológicos. Me pareció una posibilidad que no podía dejar de lado”, declara.

Buscó un equipo de ingenieros de software con los cuales asociarse y fundó SurBTC, originalmente un mercado exclusivamente de Bitcoins. Con el paso del tiempo y la creación de nuevas criptomonedas, como Ethereum, prefirieron apostar por un nombre que las abarcara todas, y fuera resistente al avance tecnológico. Ahí fue cuando los fundadores llegaron al nombre “Blockchain Universal Digital Assets”, que luego se transformó en el acrónimo “B.U.D.A”.

Así comenzaron a trabajar en el software, en el código, la plataforma y también construyeron la estructura societaria. Aprendieron sobre el negocio, organizaron la estrategia comercial y buscaron inversionistas, “porque este era un negocio que requería de capital y nosotros no teníamos. En ese momento Bitcoin estaba naciendo, así que nos costó mucho [obtenerlo]. Curiosamente, la primera institución en confiar en nosotros fue Corfo (la corporación de fomento de la producción chilena que tiene un programa especial de apoyo a las startups llamado Startup Chile)”.

Como un bebé, fueron nueve meses de preparación hasta el lanzamiento.

“Nos ayudó a acelerar el trabajo en la empresa y eso nos permitió contratar a nuestro primer empleado y salir en Chile en abril de 2015; en 2016 abrimos Colombia, luego en 2017 abrimos en Perú, y en 2018 abrimos Argentina. Desde entonces la empresa ha venido creciendo meteóricamente”, detalla Torrealba, quien señala que entre todas esas naciones su firma tiene cerca de 400.000 clientes que cada día transan las cuatro criptomonedas -Bitcoin, Ethereum, Bitcoin Cash, Litecoin - y USD Coin (USDC), la stablecoin que hoy ofrece Buda.com

UN MERCADO CON MUCHAS DUDAS


Actualmente Buda.com asegura ser uno de los cuatro principales exchanges de criptomonedas de la región latinoamericana por volumen transado, con un total de US$ 241,8 millones comercializados en mayo de 2021.

“Hemos logrado crear una marca muy confiable y querida, porque nos preocupamos por educar, y en una industria que está recién naciendo, donde hay tantas incógnitas, que alguien te tome de la mano y te diga exactamente de qué se trata esto es una gran ayuda que nuestros clientes han sabido apreciar”, dice Torrealba.

Pero un ranking presentado en agosto por Bloomberg sobre las empresas exchanges de criptos con mayor reconocimiento en el continente lo reafirma: Ripio en Argentina; Panda Group en Colombia; Buda.com en Chile; Bitso en México y Mercado Bitcoin en Brasil figuran entre las instituciones que más se han destacado en este mercado durante el primer semestre de 2021.

Parte de su éxito también lo explica por la globalidad del fenómeno Bitcoin, con una adopción global, que subió en 880% en solo un año.

Según el Índice Global de adopción de criptomonedas hecho por la empresa de criptoanálisis Chainalysis y publicado en agosto de 2021, Venezuela estaba en la posición 7, Argentina 10 y Colombia en la 11 de países que más usan este criptoactivo.

“Es cada vez más evidente que en un mundo digital y globalizado, necesitamos una forma de dinero que nos permita interactuar económicamente, independientemente del país de origen, país de destino, independientemente de las fronteras, de la edad, del género, y eso es lo que entrega Bitcoin; Bitcoin es al dinero lo que internet es a las comunicaciones, bota las fronteras y permite que las transacciones sean instantáneas y cada día que pasa la gente se da cuenta que este es el futuro”, profetiza el chileno.

Y luego agrega: “La pandemia definitivamente ayudó a acelerar este proceso, pero también pasa que hay mucha gente a la que le gustaba la idea de Bitcoin, pero estaba esperando para ver si es que esto resultaba o no resultaba, y cada día que pasa es una comprobación de que esta cosa va…es como una bola de nieve que ya alcanzó un ritmo y una magnitud suficientemente grande como para tener inercia propia”.

Así lo ve también Jamez Hernández, presidente y cofundador de la consultora Trust Corporate, quien destaca que en Latinoamérica el mercado de criptomonedas mueve en la actualidad más de US$ 25.000 millones pr año, con Venezuela, Colombia, Brasil, Argentina, México, Panamá y República Dominicana como los mercados más representativos de la región. “Tal ha sido su expansión en la región, que hoy existen más de 100 cajeros electrónicos que aceptan este tipo de divisa, de los cuales Colombia tiene 50, Panamá 17, República Dominicana 14, Argentina 10 y México 4”, detalla.

A pesar de eso, la firma Trust Corporate considera que las criptomonedas deben ser cuidadosamente estudiadas debido a su vulnerabilidad.

“Al hablar de que las criptomonedas como moneda de uso corriente o de uso legal en los países, considero que la inestabilidad y volatilidad y la falta de respaldo, aunado a su actual vulnerabilidad para el lavado de dinero, hacen que su utilización como moneda legal sea vista con cuidado”, dice Hernández.

Cuando se le mencionan estos flancos abiertos, el CEO de Buda.com rebate las críticas con argumentos financieros.

“[La inestabilidad] no es lo que busca resolver Bitcoin. Las monedas locales son bastante estables. Bitcoin busca crear un sistema económico independiente, descentralizado, que permita transferir valor económico entre personas sin la necesidad de depender de un banco, y la razón de por qué el precio Bitcoin fluctúa es porque este sistema está basado en objetos, inmateriales pero finitos: hoy existen 18 millones de Bitcoins en circulación y nunca habrá más de 21 millones. El precio de Bitcoin depende del mercado, de la oferta y depende de la demanda, y en la medida que Bitcoin crece y se vuelve más popular, el precio tiende al alza, como cualquier acción o como cualquier moneda”, explica Torrealba.

El creador de Buda.com detalla además que, como cualquier inversión, en la medida que aumenta el horizonte temporal, en el caso de Bitcoin la probabilidad de perder dinero se vuelve “absurdamente baja”.

De hecho, alega que nunca ha habido un periodo de cuatro años en el que el precio de Bitcoin no haya subido. “Si hubieses comprado [Bitcoins] en cualquier momento del tiempo y esperaras cuatro años, habrías ganado plata. Entonces, la volatilidad no es algo negativo, es simplemente un atributo o un fenómeno que viene con la manera en que Bitcoin o las acciones funcionan”, reafirma.

Con respecto a otras suspicacias referidas a las criptomonedas, Torrealba también es directo.

“Lo de que Bitcoin sirve para lavar activos, eso es un relato que fue puesto por los bancos y de hecho Bitcoin es mucho menos usado que los bancos en lavado de activos; eso es un argumento inventado por los bancos, a los que no les interesa que esto funcione… ¿por qué les va a interesar un sistema económico [que] los desintermedia?”, exclama.

En ese sentido, Torrealba está más enfocado en lo que han hecho países como Corea del Sur, donde hace una semana debieron cerrar 50 de 60 exchanges de criptomonedas que no cumplían con las exigencias impuestas por el gobierno.

“Eso está muy lejos de prohibir las criptomonedas, lo que está haciendo es, al contrario, legitimando la tecnología, porque están creando un marco regulatorio específico para las empresas de criptomonedas, es algo muy bueno”, recalca.

INMEDIATEZ EN LAS REMESAS


El 7 de septiembre alrededor de 1.000 personas marcharon con destino a la Asamblea Legislativa de El Salvador para protestar contra la legalización del Bitcoin como moneda. Es que esta idea del presidente Bukele no termina de convencer a una gran parte de la población, a pesar de la popularidad del mandatario. Tampoco convence a una gran cantidad de economistas que han escrito varias columnas que muestran su escepticismo.

Nuevamente, la volatilidad es el gran temor.

Para hacerle frente a estas fluctuaciones, el gobierno ha impulsado la llamada Ley Bitcoin, que propone un fideicomiso provisto por el Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal) para tener una reserva de US$ 150 millones que funcionarán como caja de convertibilidad para respaldar las transacciones de Bitcoin en tiempo real. Este fideicomiso, en teoría, resolverá la tan temida volatilidad del Bitcoin en el mercado.

Así podrán concentrarse en el mayor beneficio que el llamado presidente millennial le atribuye a la criptomoneda: las remesas.

“En El Salvador, el 25% del producto interno bruto depende de remesas que mandan salvadoreños que viven fuera del país hacia sus familiares. Estas remesas pagan en promedio 10% en comisiones, que es altísimo. Ese 25% del PIB podría aumentar en un 10% sólo si lograras reducir las comisiones que pagan los salvadoreños [….]. No hay que mirar lo de El Salvador como una moneda para el día a día, hay que mirar el proyecto de Bitcoin de Bukele, que es reducir los US$ 400 millones que paga El Salvador en comisiones todos los años”, señala Torrealba.

También hay un ahorro en tiempo y en papeleo, destaca el CEO de Buda.com

“Para un salvadoreño que está acostumbrado a vivir sin efectivo es más o menos lo mismo. Acá lo que sucede es que el Estado de El Salvador creó una billetera digital que se llama Chivo, y en esta billetera ellos te permiten recibir Bitcoins y transformarlos a dólares en tiempo real… Entonces para ti Bitcoin no fue una moneda, Bitcoin fue simplemente un medio para transferir valor. Bitcoin es para la gente que necesita mover plata por el globo, y es mucha”, recalca.

De acuerdo con Torrealba, lo que está pasando en El Salvador, se está comenzando a discutir en Paraguay, en Cuba y Argentina.

“Hay varios países africanos que tienen economías que dependen mucho de las remesas y en el caso de los países donde nosotros operamos, como en Chile, se está discutiendo la ley fintech que va a proponer exigencias y un marco regulatorio claro para que empresas como Buda.com y otras operen. En Colombia hay un espacio de pruebas para exchanges de criptomonedas, que fue propuesto y está siendo regulado por la superintendencia financiera de Colombia y en la que Buda.com es uno de los seis exchanges aceptados. Es un tremendo paso”, destaca.

IMPULSO PANDÉMICO


Junto con las dudas financieras que despierta Bitcoin, han aparecido ciberamenazas, como detectó recientemente la firma de seguridad informática Kaspersky, que destaca que su explosivo crecimiento y adopción hace mucho más atractivo el hackeo de criptomonedas.

Amenazas tradicionales, como troyanos, phishing y spam también apuntan al robo de criptomonedas. En 2020, los sistemas de detección de Kaspersky procesaron un promedio de 360.000 nuevos archivos maliciosos por día, un aumento del 5,2% respecto al año anterior.

De hecho, según estadísticas de CipherTrace, una firma de análisis de blockchain y criptomonedas, el 90% de los ataques a sitios de criptomonedas fueron dirigidos a aquellos que operan en forma descentralizada.

“Los riesgos cibernéticos a los que están expuestos los clientes de criptomonedas son súper parecidos a los riesgos cibernéticos a los que están expuestos personas que tienen cuenta de banco. Nosotros dedicamos muchísimo esfuerzo y dinero en implementar medidas de seguridad y en educar a nuestros clientes para que aseguren sus cuentas. En Buda.com estamos tan obsesionados, por no decir paranoicos, con el tema de seguridad, que siempre mantenemos más del 90% de los fondos custodiados en 'billeteras frías' que están desconectadas de internet. Casi todos los fondos que custodiamos de los clientes en Buda.com son literalmente inhackeables, porque están desconectados de internet”, detalla Torrealba.

Una vez aclarado eso, el CEO de Buda.com se vuelca al crecimiento del negocio en un escenario pandémico.

“La pandemia fue un tremendo boost: de febrero de este año ya habíamos vendido todo lo que se había vendido en 2020, que a su vez cuadruplicó lo transado en 2019. Ha sido un crecimiento súper rápido, y tenemos planes de seguir expandiéndonos por Sudamérica, pero también tenemos planes de sacar nuevos productos financieros que van a estar construidos sobre Bitcoin, que van a ser mucho más modernos, mucho más rápidos, más económicos, más transparentes, y 100% digitales”, adelanta sin entrar en mayores detalles.

Ese crecimiento, dice Torrealba, ha sido más orgánico que por inyecciones de capital.

“Tenemos inversionistas nacionales e internacionales, pero han sido rondas relativamente pequeñas. Pero eso no quita que mañana podamos hacer una ronda”, dice sin revelar el nombre de sus inversores.

Curiosamente ninguno de sus inversionistas los ha apoyado con fondos en Bitcoin.

“Podrían… pero no lo han hecho, todos han invertido en dólares”, reflexiona.

Tampoco da luces sobre la moneda en que tiene sus ahorros. Consultado si es en dólares o Bitcoins solo responde sonriendo: “¿Qué crees tú?”.