Francisco Opazo, Fidi founder: “Queremos unir a Latinoamérica y al mundo en una nueva infraestructura y red de pagos para el dinero digital”

Autor:
Leonardo Nuñez
Jan 30, 2024
El líder de esta plataforma fintech, que en un año incrementó su facturación de 100 mil a 800 mil dólares, cuenta cómo están contribuyendo a la innovación e inclusión financiera con el desarrollo de nuevas soluciones embebidas de banca y pagos para que empresas de todo tipo puedan entregarlas a sus clientes.

Fidi acaba de cumplir dos años. Y a tan poco tiempo de su partida oficial ya registra varios logros importantes.  El equipo de la startup surgida bajo el alero de Circle Studio Labs (CSL), una empresa de tecnología e inversiones en fintech y healthtech, ha desarrollado y lanzado con éxito un producto de Wallet as a Service (WaaS) de la mano de Aramark Chile y con pronto aterrizaje en Aramark Argentina; se adquirió Lana (fintech perteneciente a Cabify) y se formó una alianza con Tapp, la Emisora Prepago de Cajas los Andes, para el desarrollo de la vertical de Banking as a Service (BaaS) para Chile. 

Además, la startup inició operaciones  en EE.UU. en alianza con la tecnológica de pagos Apptech Payments Corp, listada en el NASDAQ. Todo ello le ha permitido a esta Fintech incrementar su facturación en 8 veces entre 2022 y 2023.

“En un año nuestro crecimiento fue no solo en facturación sino también en geografía”, cuenta el siempre optimista Francisco Opazo, co-founder y CEO de Fidi, quien,  gracias a esta firma tecnológica y a CSL, de la que también es uno de los fundadores, da un paso más en la materialización de uno de sus sueños luego de 13 años de haberse involucrado en el desarrollo de soluciones de banca y pagos digitales: “Cambiar la industria financiera, haciéndola más accesible y sin fronteras”.

Es lo que también explica el éxito de Fidi, ya que facilita a bancos, empresas y startups, la tecnología, operación y compliance necesario para que puedan crear y ofrecer a sus clientes nuevos productos y servicios Fintech desde un solo lugar, de manera simple, económica y escalable. 

“Creo que estamos en el camino correcto para que existan servicios financieros mucho más transparentes, globales y justos. Fidi en esperanto significa ‘confianza’. Tras la crisis global de confianza que vivimos con la Crisis Subprime y que dura hasta la actualidad, lo que nosotros queremos es justamente recuperar la confianza y unir a Latinoamérica y al mundo en una nueva infraestructura y red de pagos para el dinero digital. Queremos ayudar a la banca tradicional y a las nuevas instituciones financieras a dar el salto que le permita renovarse y así llegar a las personas y empresas cuando más lo necesitan. El sueño con Fidi es crear la tecnología y los incentivos para que existan, por ejemplo, empresas e industrias puedan otorgar crédito a los trabajadores independientes, crear nuevas experiencias para el transporte y el entretenimiento”, dice el CEO.

Y en seguida agrega: “Yo partí en esto cuando ni siquiera se utilizaba el concepto de Fintech. Siempre estuve metido en el desarrollo de B2C (‘business to consumer’), con la creación de las billeteras digitales para Sony Ericsson y Nokia, pagos por SMS, USSD, etc. Pero con el tiempo me di cuenta que para poder realmente hacer cambios,  generar impacto y una mayor innovación e inclusión financiera en Latinoamérica, no teníamos que crear el producto B2C, sino que teníamos que cambiar la infraestructura del dinero digital para que existan más B2C de nichos”. 

A Fidi se la ha definido como “una nueva plataforma digital que busca revolucionar las formas en que los emprendedores y pymes de la región accedan a los servicios financieros y medios de pago”. ¿Se está cumpliendo el objetivo?


“Es uno de los objetivos que se está cumpliendo y que se va a tangibilizar en los próximos cuatro meses. Con Fidi proveemos la infraestructura, proveemos la tecnología, pero topamos con la regulación. Por ello, hacemos alianzas con bancos más pequeños o instituciones financieras que tengan las licencias y son los que entregan el respaldo del regulador para que, a través de nuestra infraestructura, y bajo la actual regulación, se puedan crear otros productos financieros y mejores experiencias a su alrededor”.

–¿Cómo es su modelo de negocios?


Nosotros apuntamos más que a las startups, a empresas que sean tecnológicas y que cuenten ya con un producto digital y usuarios de este mismo. Por ejemplo, empresas de Retail, Ticketing, Softwares de Recursos Humanos, Créditos y otros más. Ellos tienen el canal de distribución armado, pero no cuentan con la regulación ni la tecnología. Entonces hoy día, a través de la alianza que Fidi tiene con Tapp, para desarrollar Banking as a Service, le permite contar con un chasis de gobernanza, de compliance con la CMF, que aporta Tapp, y Fidi agrega toda la infraestructura tecnológica. Y de esa forma empresas no Fintech pueden emitir o entregar a sus clientes productos bancarios y de pago, como cuentas vista para personas, cuentas vista para empresas, transferencias bancarias, o mejorar el payroll (nómina de sueldos). En ese sentido, una empresa de software de recursos humanos podría mejorar su producto para hacer el pago de sueldos, el pago de nómina mensual, embebiendo una cuenta en su portal. De esa forma, el gerente de finanzas no tendría que descargar la nómina del software de recursos humanos para meterlo en el banco, y recién desde el banco pagar los sueldos”.

¿Trabajar con Fidi cambia la cultura organizacional de las empresas?


“Los servicios financieros tradicionales, que son los que operan los bancos hoy día, fueron creados para ser entregados en persona y en un mundo 100% analógico. Con Fidi cuentas con 100% de canales digitales y, por el contrario, todos los medios físicos actúan como canales alternativos y de soporte al canal digital, no al revés. Trabajar con Fidi es partir trabajando con una mentalidad de un producto que está centrado en lo que el cliente necesita en el momento en el que lo necesita. Y también lo que permite es capturar nichos de acuerdo a dónde ese cliente está transaccionando y cuáles son sus gustos”.

¿Cómo es el proceso para trabajar con ustedes?


“Depende de la empresa, también de la cultura y el ser digital. Las mayores resistencias vienen desde dentro de las compañías. Si sus líderes no están apuntando a una digitalización y no lo han interiorizado, probablemente será una mala experiencia para esa empresa como para la Fintech”.

Usted apoyó la Ley Fintech. ¿Quedó conforme con la legislación?


“Sí, porque creo que permitirá una muy buena competencia. La regulación, bien aplicada, permite que aumente la confianza de las personas para el uso de productos financieros que no necesariamente sean de los bancos y, al mismo tiempo, permite que los que están haciendo malas prácticas desaparezcan”.

¿Qué se viene para Fidi este 2024?

“Crecimiento del BaaS con Tapp, con al menos 5 clientes ligados a retail, remesas, inversiones y créditos en Chile; seguir cultivando los negocios en EE.UU.; apertura de operaciones en Colombia y Brasil; entregar la infraestructura para un banco digital dedicado a los gig workers, aquellas personas que trabajan en Uber, Rappi, etc”.