
“Quisimos estar en un lugar súper tradicional, pero darle nuestro toque”, dice Omar Larré, cofundador y CIO de Fintual, mientras recorre las oficinas de la compañía en Providencia. Lo más probable es que se refiera al edificio que es su sede, el señorial palacio Droguett, que data de 1931.
Pero también puede estar hablando de la industria financiera, que Fintual desafía desde su fundación en el año 2016. En estos años, se han convertido en un actor que da que hablar en el mercado, porque ha forjado un estilo que mezcla agilidad, ingenio y, por cierto, alta rentabilidad con una dosis no menor de provocación.
¿Qué quiere provocar Fintual?
“Nuestros clientes no quieren que provoquemos a nadie, quieren construir patrimonio y poder invertir de manera simple. Antes de que existiera Fintual, la única forma de invertir en un ETF era yendo a un banco a firmar un papel por un mínimo de US$ 100 mil. Antes que existiéramos, no había una app en la que uno pudiera hacer todo online desde cero”, explica Pedro Pineda, CEO y cofundador junto a Larré, Andrés Marinkovic y Agustín Feuerhake.
Larré comenta que desde un comienzo han intentado posicionarse como un actor con un perfil distinto a las demás administradoras generales de fondos (AGF). “En Chile, los bancos comerciales dominan también las inversiones. En EE.UU. y Europa no es así. Las inversiones están en manos de empresas especializadas en inversión, que son cada vez más tecnológicas. O sea, hay algo que en Chile todavía no cambia, culturalmente. Y nosotros queremos ser esa empresa de tecnología e inversiones que ofrece esa parte de los servicios financieros, y que los bancos comerciales ofrezcan sus tarjetas y créditos”, postula.
Por lo mismo, una prioridad de Fintual ha sido estar adelante en tecnología. Pineda le puso números a esa prioridad: “Tomé las horas hombre de ingenieros que hemos dedicadas al código, y la equiparé con alguien que construye un edificio... y es el equivalente a levantar un edificio de 30 pisos. Eso es lo que hemos invertido y construido en tecnología”.
Y esa tecnología tiene un foco: facilitarle la vida a sus clientes. El equipo tiene particular orgullo por un gráfico “muy bonito y sencillo” que muestra cómo las inversiones van ganando rentabilidad. Una idea de Florencia Barrios, country manager para Chile de la firma.
“Suele ser muy poco claro cómo se transmite la información de cómo está tu portafolio de inversiones. Si ves un gráfico que solo sube, no sabes si es por rentabilidad o por lo que aportaste mes a mes. Nadie en la industria te lo mostraba de forma clara cuál es tu rentabilidad”, explica la ejecutiva.
“Suena simple, pero es muy difícil de hacer. La industria no lo tiene porque no cuenta con la capacidad técnica de hacerlo. De hecho, algunos nos han dicho que les ofrezcamos el sistema y la verdad es que lo construimos para nosotros y lo usamos como ventaja competitiva. Para eso tenemos tantos ingenieros, para hacer estas cosas simples”, refuerza Pineda.
En esa línea, reconoce que el momento más difícil fue cuando irrumpió con fuerza, a fines de 2022, la inteligencia artificial generativa. “Ahí dije: ‘¡Carajo!'. Me asusté, me dio paranoia, sentí que había un riesgo. No por parte de los bancos... un banco no nos va a ganar, y si me gana un banco, no merezco ser emprendedor. Pero el que sí me puede ganar es un grupito de 5 o 10 ingenieros con IA. Así que armé un equipo de ingenieros y les dije que construyeran con IA pensando en comerse Fintual desde dentro. Entonces, el producto ya incorpora IA gracias a esa decisión paranoica. No digo que estoy tranquilo, pero fue una buena decisión, la tomamos a tiempo... hoy la IA está metida en temas que van desde la rentabilidad de los fondos hasta en cómo les respondemos a los 180 mil clientes”, relata.
Fintual tiene ambición desde su origen, cuando fueron la primera startup chilena en ser aceptada en la aceleradora californiana Y Combinator. Hoy, su mayor meta es jugar en la misma cancha que las grandes AGF del mercado, lo que se traduce en seguir penetrando los dos mercados en que están presentes, Chile y México, en los que aún ven mucho espacio para crecer.
Y una opción que trabajan seriamente es la de entrar al mercado de las AFP. Pineda dice que siempre ha estado en el horizonte, pero que “la contingencia ha hecho que tengamos que estudiarlo ahora. Estamos viendo si dan los números, si da el foco. Porque una cosa que nos pasa es que podemos hacer cualquier cosa... la decisión es cuál hacemos. Probablemente, en 10 años más tendremos todos los servicios financieros, pero hay que ver en qué orden damos los pasos. De todos modos, es un poco inevitable que vayamos a ser una compañía inmensa”.