El DCV entendió tempranamente que estos cambios requerían tender puentes, entre las empresas fintech y las infraestructuras vigentes, por ello como aliado de FinteChile, ha impulsado el trabajo conjunto para que la innovación se traduzca en inclusión financiera, confianza y beneficios concretos para las empresas del rubro y las personas que utilizan sus servicios.
“Buscamos que el mercado de capitales crezca y se diversifique, que entren nuevos actores, para ello nos hemos enfocado en proveerles soluciones a su medida. Nos sentimos orgullosos de haber aportado a la Ley Fintech y de contribuir a un ecosistema donde la innovación y la seguridad se potencian mutuamente. Por lo mismo, debemos seguir en esta senda y continuar abriendo espacios para el desarrollo del ecosistema fintech”, sostiene Rodrigo Roblero, gerente general del DCV.
El aporte del DCV no se limita a su capacidad técnica o de custodio, más bien a llevar a cabo una gestión clave para otorgar seguridad, trazabilidad y confianza a este mercado en desarrollo. Esa credibilidad y en especial, la seguridad de la custodia para inversionistas es hoy un factor decisivo para que las empresas Fintech pasen de la etapa experimental a la consolidación.
Además, el DCV ha buscado ampliar la conversación sobre innovación financiera, participando en iniciativas de implementación tecnológica y en espacios de reflexión sobre el crecimiento y modernización del mercado, donde la interoperabilidad y la profesionalización son condiciones esenciales para que las fintech se integren al sistema financiero con reglas claras y de forma sostenible.
El rol del DCV ha sido aportar con innovación y experiencia para la diversificación y crecimiento al mercado financiero nacional. Con esa mirada, el DCV se proyecta como un socio estratégico en la consolidación del ecosistema fintech chileno, contribuyendo a que el país avance hacia un mercado cada vez más competitivo y seguro.