¿Se acerca el fin del efectivo en Chile?

A fines de 2020, por primera vez las tarjetas de débito superaron en las preferencias de pago de las personas frente al efectivo. Un hecho provocado por los cambios estructurales y los efectos de la pandemia.

Autor:
Ricardo Olave
Aug 3, 2021

A finales de 2020, por primera vez las tarjetas de débito superaron en las preferencias de pago de las personas frente al efectivo. Un hecho provocado por los cambios estructurales y los efectos de la pandemia, que frente a la inédita baja circulación de monedas a principios de año genera la duda sobre qué ocurrirá con los nuevos formatos de pago. Una tendencia que en otros países ya dan por sentada: la desaparición de las monedas y billetes.

Una escena cotidiana: caminas por la ciudad y pasas a un negocio por alguna bebida, y en vez de buscar un billete para pagar, la tarjeta con chip hace más rápida -y segura en términos sanitarios- la transacción, por mínimo que sea el monto. Durante años nos acostumbramos al aroma de los billetes o a llevar monedas de varios tamaños, pero desde el año pasado se aceleró un fenómeno que alteró la dinámica de los flujos del efectivo.

Tan solo en febrero, el Banco Central informaba que 1.500 millones de monedas de $100 no se estaban usando en la economía, un problema que afecta a todas las instituciones, desde supermercados hasta peajes. Ello, sumado a la última Encuesta de Uso y Referencias del Efectivo, realizada por la misma institución a fines de 2020, arrojó una reducción en las preferencias del efectivo en favor de un mayor uso de las tarjetas de débito y crédito.

¿Qué pasó? Constanza Caicha, académica de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián (USS), considera que el fenómeno recae en las consecuencias de la pandemia, las prolongadas cuarentenas que limita la vida en la ciudad. “Mucha gente estaba encerrada en sus casas, pensando que con el uso de efectivo se podría contagiar con el virus. Eso llevó a que se masificaran las tarjetas de débito u otros medios de pago para realizar sus transacciones; por eso se vio esta reducción”, señala.

La actual coyuntura provocó estos cambios estructurales en las preferencias de la población. Desde el Banco Central señalan que esta nueva realidad está apalancada por los incentivos de uso en algunos medios de pagos, la aparición de nuevos productos tecnológicos, entre otras opciones; y que se desconoce cuándo se estabilizará la relación entre los diferentes medios de pago, algo que se irá analizando con el paso del tiempo.

Casos internacionales


La situación se replica en otras partes del mundo. Los nuevos formatos de pago electrónicos, entre ellas las monedas digitales, se están volviendo cada vez más populares y una opción a discutir. A nivel continental, Bahamas, un pequeño país isleño al sur de la costa de Florida, se convirtió en el primero en crear el “dólar arena”, la primera moneda digital del mundo emitida por un banco central. Pese a ser un país que no supera las 400 mil personas, su gobierno decidió masificar la moneda local sin la necesidad de estar bancarizado; es decir, no pagan comisiones o costos de transacción al realizar pagos desde su teléfono, siendo una billetera que guarda el banco central y no los bancos comerciales.

Una situación que se contrasta con lo ocurrido en El Salvador, también en Centroamérica, que se convirtió en el primer país del mundo en adoptar bitcoin como moneda de curso legal. A diferencia de la moneda de Bahamas, este es un tipo de criptomoneda desvinculada de las decisiones de las autoridades de un país o entidad, lo que generó preocupación internacional por el impacto potencial que podría enfrentar con instituciones de la talla del Fondo Monetario Internacional. El hecho está en la mira de grandes potencias, sobre todo desde China, donde han comenzado pruebas técnicas para el uso del yuan digital, mientras que Estados Unidos busca digitalizar el dólar en los próximos años.

Tendencia en Chile


El Banco Central chileno, en su Informe de Estabilidad Financiera (IEF) de mayo pasado, aseguró que está analizando los desarrollos de emisión de monedas digitales y cómo avanzan en esta línea, para así ver la posibilidad de implementar un sistema similar.

La tendencia indica que el fin del efectivo es una realidad, aunque la autoridad monetaria local manifestó a Formando para Crear que los países donde se ha desarrollado más activamente el uso de medios pagos digitales han mantenido la vigencia del dinero físico, ya sea por las características e idiosincrasia de la misma población o por las características e infraestructura del propio país. “Con ello, ha recobrado vigencia en los países la neutralidad que deben tener los bancos centrales ante los diferentes medios de pagos, otorgando a las personas la potestad exclusiva de la selección de la forma como va a realizar un pago”, detallaron.

A su turno, la banca privada en Chile ha ido innovando al agregar nuevos medios de pago. Juan Cooper, gerente general Ejecutivo de BancoEstado, indicó a Formando para Crear que este contexto de aceleración digital los obligó a apurar el paso para disponer de más herramientas para sus clientes con tal de afrontar estos escenarios emergentes.

La principal estrategia ha sido la incorporación del chip de seguridad en las tarjetas de débito de todas sus cuentas. Esto permite a los titulares de ellas tener acceso a compras en e-commerce, tanto en Chile como en el extranjero. A su vez, incorporaron tecnología QR (PagoRUT) para hacer más fácil las transferencias de dinero entre cuentas del mismo banco, sin digitalización de números ni ingreso de claves.

“Todas estas herramientas han permitido fomentar la reactivación económica del país en el contexto de la pandemia, además de democratizar el acceso a soluciones financieras, facilitando que millones de chilenos puedan acceder a sus productos sin la necesidad de manejar efectivo”, asegura Cooper. El ejecutivo agrega que han observado un incremento de un 91 por ciento en las transacciones electrónicas de compra desde el año 2020 al 2021 con Cuenta RUT, siendo el canal favorito entre los usuarios, situación que lleva a BancoEstado a proyectar en más de un millón de clientes usando la aplicación de smartphone.

Aunque el comportamiento de la población ha cambiado, ello no significa que la incorporación de nuevos métodos electrónicos reemplacen totalmente al efectivo. Al respecto, Constanza Caicha afirma que una desaparición del dinero en efectivo supondría una bancarización total de los ciudadanos, con un impacto en regiones, donde la digitalización como tal aún no es una realidad, siendo el uso del efectivo importante culturalmente, por lo que una opción como la de Bahamas podría ser más lógica.

“Cuando el Banco Central se abre a la posibilidad de una moneda digital, eso significa que también la política monetaria del país va a estar orientada a regular la cantidad y el valor de esta moneda digital. Todo va a tener como objetivo mejorar las transacciones, hacerlas más eficientes, y reducir los costos de transacción o comisiones”.

Mientras se espera que se vuelva a normalizar en parte el ciclo de uso de efectivo que existía antes de la pandemia, ya que las personas más afectadas son aquellas de bajos ingresos, de mayor edad, que viven en zonas apartadas con la falta de billetes y monedas. Lo que ocurra en los próximos años está verse, pero todo apunta a que la digitalización total será un hecho.