Fue fundada en 2015 en Chile, pero sus creadores, Raúl Ibáñez y Antonio Arancibia, decidieron mover su sede principal a Bogotá para tener una ubicación más estratégica para los negocios con el resto de Latinoamérica, EEUU y Europa.
Fue fundada en 2015 en Chile, pero sus creadores, Raúl Ibáñez y Antonio Arancibia, decidieron mover su sede principal a Bogotá para tener una ubicación más estratégica para los negocios con el resto de Latinoamérica, EEUU y Europa.
Bogotá es una ciudad caótica, pero que encanta por la simpatía y amabilidad de su gente. La capital de Colombia tiene una ubicación estratégica privilegiada para los negocios, está en el corazón de Latinoamérica, a menos de cuatro horas de vuelo de Estados Unidos y a menos de 10 horas de Europa.
"La nevera", como la llaman los locales -por su baja temperatura en comparación al cálido clima del resto del país-, es la ciudad que eligieron los creadores de la FinTech de origen chileno, Movizzon, como sede de su negocio.
Movizzon es una empresa que se dedica a medir la experiencia de navegación de los usuarios en los canales digitales de las compañías bancarias y del sector financiero. Esto les permite a las firmas rentabilizar de mejor manera las inversiones en sus plataformas digitales.
En DF nos trasladamos hasta Bogotá para conocer el centro de monitoreo más importante que tiene en estos momentos esta empresa, localizado en la calle 140, en el centro financiero de la ciudad.
La FinTech nació en el año 2015 en Santiago, donde fue fundada por los chilenos Raúl Ibáñez y Antonio Arancibia. Ibáñez se había desempeñado previamente como Planning Engineer en VTR y antes había trabajado en MORE, una consultora de soluciones tecnológicas. Arancibia fue cofundador de A&N Consultores, una consultora de recursos humanos, con operaciones en Chile y Perú, donde participa hasta el día de hoy.
"A raíz de malas experiencias personales navegando en canales digitales, cuando uno intenta hacer un pago en un banco, y la app no te funciona, y pierdes el tiempo por eso, justamente por eso fue que fundamos la empresa, con el objetivo de entregarle a los dueños de las aplicaciones y los sitios web una medición que sea 100% basada en la experiencia del usuario final", cuenta el CEO y cofundador de Movizzon, Antonio Arancibia.
Si a usted le hablan de un centro de monitoreo probablemente se imagine una amplia sala, con grandes procesadores, varias filas de computadores y unas pantallas gigantes al frente, algo así como la NASA. A diferencia de esos centros de monitoreo más tradicionales, el de Movizzon en Bogotá, que se hace cargo del 80% de sus operaciones, es una oficina pequeña.
En ella trabaja una docena de personas, cada uno tiene su laptop y hay algunas pantallas. Pero la clave está en una especie de repisa llena de celulares conectados a unos cables, apoyados de costado, y ordenados en varias filas, uno detrás de otro. Sus pantallas brillan y luego se apagan a destiempo, generando un llamativo efecto, que da la impresión de que ahí es realmente donde ocurre "la magia" de Movizzon.
"Medimos la experiencia del usuario con teléfonos porque queremos poner al cliente en el centro y el cliente generalmente ocupa un celular para entrar a las apps", dice el director comercial de Movizzon, Hismael Alayo.
¿Cómo funciona la tecnología de Movizzon? En un teléfono instalan su aplicación y la de alguno de sus clientes. Ahí, su sistema toma control del dispositivo.
"Nuestra app empieza a hacer touch en esa pantalla, como si tuvieras un ejército de personas que estuviera continuamente probando, pero lo hace un robot, que va presionando los botones, confirmando que le aparezca el saldo en su cuenta, haciendo transferencias, pagos, lo que se necesite medir", explica Alayo.
Los teléfonos están conectados a una red de Internet móvil común y corriente y replican esas operaciones de manera robotizada las 24 horas del día.
De esa forma el robot es el primero en detectar cuando ocurre una anomalía, un error o una lentitud en los servicios. En ese momento, el robot toma una captura de pantalla y se la envía a los clientes de Movizzon. Así genera una alerta preventiva, para que ellos puedan conocer estas malas experiencias por adelantado y no tengan que enterarse por quejas de sus clientes en redes sociales o en sus contact center.
A un año de su creación, en 2016, producto de su crecimiento y expansión, sus fundadores decidieron mover la sede principal de Movizzon a Bogotá.
"Fue por un tema estratégico, por la ubicación de Colombia, que está prácticamente en la mitad del continente. Nosotros tenemos clientes en Colombia, en México, en Centroamérica, en Ecuador, en Perú y en Chile. Entonces venir para acá nos ayudó a mejorar el contacto con todos ellos, antes de que llegara la pandemia", señala Arancibia.
Con respecto a la experiencia de instalar una empresa chilena en Colombia, Alayo comenta que "si bien hay ciertas diferencias en la forma de hacer las cosas, uno se va adaptando con el tiempo".
Actualmente tienen cuatro oficinas: la primera, que es la que está ubicada en Santiago; la de Bogotá, que tiene al principal centro de monitoreo de la FinTech; hay otra oficina en Nueva York y una más en Madrid.
Tener parte de su equipo distribuido en distintos países les ha permitido reaccionar de buena manera a la pandemia y el trabajo remoto.
Por el lado de sus clientes, Movizzon entrega sus servicios a más de 35 entidades financieras en más de 14 países.
Entre ellos se encuentra el Banco BBVA de España; hace pocos meses consiguieron a su primer cliente bancario en EEUU y en Brasil están terminando de cerrar una negociación con su primer cliente en ese país.
La pandemia llegó como un fuerte viento de cola para Movizzon, acelerando la transformación digital. Esto aumentó la necesidad de las entidades financieras por entregar una mejor atención a sus clientes a través de sus canales digitales, justamente el servicio que entrega la FinTech.
Según datos de la Superintendencia Financiera de Colombia -publicados por Forbes Colombia-, solo entre el último trimestre de 2019 y el primero de 2020, el uso de la banca móvil en ese país aumentó un 68% y el de la banca por Internet se elevó en 24%.
Esto contrasta fuertemente con el uso de los canales presenciales, que redujeron su tráfico en un 33%.
En Chile el panorama es similar. La cantidad de clientes de la banca digital dio un salto de 80% entre 2019 y 2021, llegando a un total de casi 20 millones, según estadísticas de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
Por otro lado, "están apareciendo los neobancos o bancos 100% digitales, eso ha retado a la industria y ha puesto la vara más alta a los bancos más tradicionales, en pos de que el usuario final tenga la mejor experiencia de cliente", asegura Alayo.
Éstas son solo algunas de las evidencias que reflejan que el sector financiero latinoamericano está viviendo una gran transformación.
En este escenario, privilegiado para su negocio, Movizzon está llevando a cabo su primera ronda de inversión, a la que en el mundo de las startups se le llama la serie A.
Con ella, los ejecutivos de la Fintech buscan acelerar aún más su crecimiento, tanto a nivel de facturación y ventas, como a nivel de alcance regional y mundial.
"Prácticamente desde que arrancamos hemos tenido un crecimiento muy acelerado, a tasas de 100% anual o más y cada año nos expandimos a más países. Creemos que estamos en el momento preciso para buscar esta ronda de inversión, que nos permita acelerar ese crecimiento", indica Arancibia.
Su expectativa es poder cerrar la primera ronda de financiamiento el primer semestre del próximo año.
Por ahora se encuentran en una primera fase de conversaciones, de conocimiento del mercado, de intercambiar información con los actores relevantes y "buscando a ese fondo que nos acompañe en este desafío", comenta el CEO y fundador de Movizzon.
