Ministro Larraín por proyecto de reforma a notarías que fue retomado en el Senado: “No podemos seguir con un sistema del siglo pasado o anterior y que beneficia a los notarios, pero no a la gente”

El ministro de Justicia y Derechos Humanos participó en la sesión de la Comisión de Constitución de la Cámara Alta en que se analizó la propuesta del Ejecutivo, retomando la discusión luego de más de 20 meses y 43 urgencias.

Autor:
José Navarrete
Sep 7, 2021

El ministro de Justicia y Derechos Humanos participó en la sesión de la Comisión de Constitución de la Cámara Alta en que se analizó la propuesta del Ejecutivo, retomando la discusión luego de más de 20 meses y 43 urgencias. "Esperamos que esta transformación que proponemos sea pronto ley, porque de lo contrario habrá que seguir otro camino”, dijo el secretario de Estado, aludiendo la alternativa de la creación de un sistema público "con notarios públicos y registros públicos porque hoy día la tecnología lo permite".

El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, asistió este martes a la sesión de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, que retomó la tramitación del proyecto de reforma al sistema notarial que propone modernizar la actividad, facilitar el acceso, incorporar tecnología y reducir los costos para usuarios.

El caso de las firmas fraudulentas que presentó Diego Ancalao para competir como independiente en la elección presidencial de noviembre reactivó la discusión del proyecto que sumaba más de 20 meses congelado. La iniciativa del Ejecutivo culminó su trámite en la Cámara de Diputados, e ingresó al Senado el 8 de enero del 2020. Desde esa fecha, el gobierno presentó 33 sumas urgencias y 10 discusiones inmediatas, pero hasta el momento nunca había sido puesto en tabla en la Comisión de Constitución.

El senador Francisco Huenchumilla, cuya esposa es notaria, se inhabilitó en la discusión y fue reemplazado por la senadora Ximena Rincón.

Durante la sesión el ministro Larraín expuso los beneficios del proyecto, e instó a los senadores a aprobar la iniciativa a la brevedad posible, e incluso, abrirse a la posibilidad de discutir la existencia de un Sistema Nacional de Fe Pública, coordinado por el Registro Civil.

El secretario de Estado explicó que “no se trata de una propuesta superficial y subjetiva, sino que estamos impulsando una iniciativa que busca garantizar la calidad y certeza jurídica, y asegurarla como un servicio del Estado, y no como un negocio particular, del cual alguien tiene un monopolio. Queremos tener un sistema notarial que le facilite la vida a los ciudadanos, que permita realizar con facilidad los trámites, garantizando el acceso a la justicia y a los servicios públicos, y que sea pensado desde el lado de la gente, incorporando mayor tecnología”.

Desde el gobierno han apuntado al lobby de los notarios, en tanto los incumbentes señalan las dudas sobre la figura de los fedatarios que se propone. La iniciativa crea esta figura para aumentar la competencia. Los fedatarios serían ministros de fe, con presencia en cada una de las comunas de país, y que podrían realizar algunas funciones notariales como levantar inventarios solemnes, efectuar protestos de letras de cambio y demás documentos mercantiles, en sociedades anónimas cerradas, y autorizar firmas que se estampen en documentos privados.

En el debate de este martes la autoridad ministerial abordó la idea de fedatarios privados y la creación de un Sistema Nacional de Fe Pública, señalando que “la argumentación que hemos escuchado desde el gremio notarial es que ellos se oponen a los fedatarios privados, y solo aceptan a los fedatarios institucionales, que desempeñarán los municipios y el Registro Civil. Pues bien, yo no les entiendo la lógica, porque ellos plantean que los notarios sí pueden ser privados, pero los fedatarios no. Entonces, si ese es el argumento, yo me pregunto por qué mejor no dejamos a los notarios y a los fedatarios como funcionarios públicos, creando un Sistema Nacional de Fe Pública. Con ello tendríamos notarios institucionales y fedatarios institucionales, y terminaríamos con la la ley del embudo que ellos quieren: la parte ancha para uno, y la parte angosta para los demás”.

Entre 1995 y 2018 se presentaron más de 30 proyectos para reformar el sistema de notarías en Chile, los que más que terminar en avances significativos, dejaron en evidencia la resistencia por parte del gremio a implementar cambios.

Al retomar la discusión de un nuevo proyecto de reforma al sector, el Ministerio de Justicia planteó sus argumentos en favor de la iniciativa, recordando un informe de la Fiscalía Nacional Económica sobre el mercado de notarios de julio de 2018 que señala que el 83% de los usuarios encuestados declaró no haber visto al notario en algún momento del trámite Y que los precios cobrados son superiores a los establecidos en el arancel que rige la actividad notarial. El citado informe detalla también que 17 trámites más solicitados concentran el 90% del total de servicios prestados, representando el 85% de sus ingresos. Además, consigna que los trámites de mesón representan el 64% de los servicios prestados, pero un 29% en términos de ingresos. También detalla que durante los años 2015 a 2017 el notario promedio obtuvo rentas superiores o iguales a $14 millones mensuales, y los notarios que más obtienen renta corresponden a aquellos ubicados en Santiago Centro, que en promedio alcanzan los $24 millones mensuales.

Finalizada su presentación el titular de Justicia emitió una declaración en la que destaca que “finalmente, después de 21 meses y de más de 40 urgencias, la Comisión de Constitución del Senado empezó a ver el proyecto de nuestro Gobierno, que procura reformar en forma sustantiva la actividad de los notarios y de los conservadores en Chile”.

“La verdad es que no podemos seguir con un sistema del siglo pasado o anterior y que beneficia a los notarios, pero no a la gente y por eso estamos introduciendo mecanismos efectivos, tecnología, nombramientos objetivos, que van a garantizar que los notarios, los ministros de fe en general, estén procurando servicio rápido de menores costos y que permitan efectivamente la fluidez de todas las actividades que están bajo su responsabilidad. No se puede esperar un día más en esta transformación de los notarios, porque si no se hace, bueno, no quedará más que seguir el camino que algunos propician, de tener un sistema público con notarios públicos y registros públicos porque hoy día la tecnología lo permite. Esperamos que esta transformación que proponemos sea pronto ley, porque de lo contrario habrá que seguir otro camino”.