Ley Fintech: una oportunidad para la inversión china

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La Ley Fintech finalmente ha sido aprobada en el Congreso y son buenas noticias para millones de consumidores financieros en nuestro país. Es bien sabido que la inclusión financiera se hace imperiosa en tiempos de emprendimiento post pandemia, y la bancarización se torna imperativa para que miles de PYME y nuevos negocios puedan subsistir, desarrollarse y consolidarse en el mercado local.

Se ha comentado mucho sobre las inversiones chinas en nuestro país. En efecto, han puesto millones de dólares en nuestra agroindustria, minería, proyectos de infraestructura, se han ganado licitaciones públicas, e incluso participan del mercado financiero. ¿Pero qué pasa con las Fintech? ¿Arribará también inversión desde China para apostar por proyectos tecnológicos y de innovación financiera en Chile?

La tecnología post pandemia se ha desarrollado con creces. La industria financiera, particularmente, ha logrado sofisticarse y tecnologizarse. Las compañías financieras chilenas son ejemplo en la región, dados sus altos estándares de seguridad, de riesgo y de capitalización. Hace ya más de un lustro aparecieron las Fintech, que trabajaron desde los inicios en sus procesos internos mirando los mejores ejemplos de los bancos, y se autorregularon. Sin embargo, quedan aún varios desafíos, y ahí serán actor clave. ¿Faltará más y mejor educación financiera e inclusión para nuestras PYME? Pues claramente que sí.

China es un ejemplo para seguir. En efecto, su población estuvo desbancarizada por décadas, y apenas unos años amplió su acceso a un amplio universo de servicios financieros. Aparecieron WeChat y Alipay, entre otros, que cimentaron el caminado del acceso a cuentas, billeteras, pagos, logrando inclusión financiera para todos. Muchos han escuchado la anécdota del mendigo en calles de China pidiendo limosna con códigos QR, que es muy cierta. Chile debe tomar esos ejemplos para que más consumidores financieros puedan tener pleno acceso a ese mercado.

Pero quedan desafíos, especialmente en educación financiera. Los consumidores son en muchos casos analfabetos financieros, desconocen conceptos técnicos y tienen escasa exposición a temas de ese ámbito, por lo que se ven a menudo en riesgo de sobreendeudamiento, o finalmente se les niega su inclusión. Ahí debemos trabajar todos y muchas Fintech podrán colaborar en inclusión y educación financiera.

En definitiva, la Ley Fintech hará que el mercado sea regulado, opere bajo licencia, y sus actores se validen formalmente ante sus clientes. Tarea pendiente: más y mejor educación financiera, ahí estará el desafío. Es tiempo de que también los chinos y fondos de inversión asiáticos, tal y como ocurriera también en Singapur, se asocien, inviertan y colaboren con nuestras Fintech de Chile, para que vayan en esa dirección, y los consumidores sean finalmente los principales beneficiados.