Desde la crisis social de octubre de 2019 la demanda por dinero efectivo de billetes y monedas ha tenido un creciente aumento, con un promedio de 30% hasta ahora, el doble de los 24 años anteriores
Desde la crisis social de octubre de 2019 la demanda por dinero efectivo de billetes y monedas ha tenido un creciente aumento, con un promedio de 30% hasta ahora, el doble de los 24 años anteriores. Si bien durante este período de pandemia, en 2020 por primera vez las tarjetas de débito superaron las preferencias de uso respecto al efectivo, la inestabilidad general sigue incentivando a las personas a mantener una mayor cantidad de dinero físico, como precaución y refugio frente a la incertidumbre.
Cecilia Feliú, gerenta Tesorera del Banco Central, abordó el tema en el lanzamiento de la versión 2021 del concurso escolar "Economía + Cerca" en el cual los estudiantes, a través de un video de 3 minutos, deberán responder sobre la relevancia del efectivo como medio de pago; cómo convive con medios de pago electrónicos y el rol de la institución. La mayor demanda de efectivo se repite en otros países, como Estados Unidos, que alcanzó una circulación récord en 2020, al igual que en México, dijo la economista.
A marzo de 2021 ascendían a 155 millones las compras con tarjetas de débito. En noviembre de 2019 alcanzaban a 119 millones y en febrero de 2013 fueron 41 millones. Con tarjetas de crédito, las compras a marzo alcanzaban a 44 millones, señaló Pablo Furche, jefe del Grupo de Desarrollo e Innovaciones de la gerencia de Infraestructura y Regulación Financiera. En el país, alrededor de 350 mil establecimientos comerciales aceptan pagos con tarjetas, aun cuando existe un millón de comercios, por lo que hay espacio para expandir su uso.
¿Sustitución total del efectivo por otros medios de pago?
Frente a una consulta estudiantil, Feliú descartó una sustitución total del efectivo por medios de pago electrónico, dado que persisten importantes segmentos de la población que dependen del efectivo y donde la educación financiera juega especial relevancia.
Lo anterior, debido a la condición de pobreza y bajos ingresos de varios sectores; las dificultades de acceso a la conectividad en zonas rurales; la existencia de un importante grupo de la población que no ha completado la escolaridad; un 60% del comercio no puede recibir pagos electrónicos y hay 1 millón de pensiones que se pagan en efectivo.