La plataforma tiene cerca de 600.000 clientes en Chile, Colombia, Perú y Argentina, con un rango etario amplio: van desde los 18 años a más de 90.

El 2022 ha sido un mal año para los inversionistas en criptomonedas por la caída de sus precios, lo que se acentuó más el 11 de noviembre con la declaración en bancarrota de FTX, la segunda empresa de intermediación de monedas digitales más grande del mundo. Así la mayor criptodivisa, el bitcoin, hasta este viernes mostraba una baja cercana a 64%: pasó de una valorización de 47.739 dólares el 1 de enero y el viernes pasado cerró en 16.952 dólares. 'Hemos pasado muchas veces por esto y no es extraño lo que estamos viviendo.

Esto se mueve así como toda la industria financiera, hay mucha especulación. Imagínate que bitcoin partió costando 1 centavo y hace tres años estaba en 5.000 dólares, así que se puede recuperar perfectamente', recuerda Guillermo Torrealba, CEO de Buda, la plataforma chilena que hace siete años empezó a transar criptomonedas y que ya está en Colombia, Perú, Argentina. Tiene 600.000 clientes (casi 40% está en Chile) que, según Torrealba, no se han inmutado por el mal año de las divisas digitales ni tampoco salieron arrancando por el caso FTX. 'La gente está evolucionando en su comportamiento; antes compraban un poco en criptomonedas y lo vendían cuando bajaba el precio, pero hoy está entendiendo que es una inversión de largo plazo y saben que el valor se puede recuperar. El precio ha caído, pero nuestros clientes no han vendido sus bitcoins', dice Torrealba.

-¿A qué se debe ese cambio?

-Hemos logrado nuestra misión de educar. Es muy distinto a lo que quiere otra empresa más cercana a parecerse a un casino, que quieren que la gente compra y venda. Para nosotros la inversión responsable en criptomonedas es la visión informada de largo plazo y vemos que la gente se mantiene.

-Los clientes de la quebrada FXT no podían sacar el dinero de sus criptomonedas porque la empresa les decía que no tenía líquidez. ¿En el caso de Buda, cómo se administra el dinero de los usuarios?

-El dinero por cada bitcoin que custodiamos a nuestros clientes siempre está líquido. No lo ponemos en depósito a plazo, no le sacamos rentabilidad. Si una persona nos transfiere un millón de pesos para comprar bitcoin, ese dinero está en una cuenta corriente de un banco chileno, es decir, absolutamente líquido si lo quiere retirar. De hecho, recuerda que en 2018 a Buda le cerraron todas las cuentas de bancos chilenos y tuvimos que devolver el 100% del dinero a miles de clientes y no se perdió ni un centavo. Nadie reclamó.

-Me imagino que la mayoría de los clientes de Buda son jóvenes.

-Ha ido evolucionando. Cuando partimos los clientes eran ingenieros, fanáticos de la tecnología y hoy es más diverso: atendemos a clientes de 18 años y algunos que tienen más de 90 años, tenemos clientes que vive en la Antártica y Putre. Y ahora último, bitcoin se ha popularizado mucho a nivel institucional, cada vez tenemos más cuentas de empresas que están invirtiendo parte de su caja en criptomonedas.

-Las criptomonedas se hacen notar mucho por el lado de la inversión, ¿hay clientes que las usan para otros fines?

-Sí, claro. Tenemos clientes extranjeros que envían criptomonedas a sus países, porque es un sistema más simple que enviar una remesa tradicional. Otro caso es que en Buda también transamos otras monedas aparte de bitcoin, una de ella es US DC, que es una forma de dólar, pero en cripto. Tenemos empresas y personas que la usan todos los meses para pagar a proveedores y para cobrar en el extranjero: funciona 24/7 y también es infinitamente más eficiente que el sistema tradicional. La gente se puede preguntar ¿si el sistema es tan eficiente, por qué no me puedo comprar un kilo de pan en la esquina con criptomonedas?

-¿Y por qué?

-Porque es un proceso lento, el dinero es tan fundamental en nuestra sociedad que no es llegar y cambiar, pero ya se están abriendo el sistema a pagar con criptomonedas: PayPal, que es el mayor procesador de pagos de Estados Unidos, acepta bitcoin como medio de pago. Esto es de a poco y va a ir creciendo, no me cabe duda.

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