Chile apunta a ser un hub fintech pero la falta de regulación atenta contra el proceso

Autor:
Fabiola Seminario
May 17, 2021

El acelerado crecimiento del ecosistema fintech en Chile ha despertado el interés del sector para promover al país como un hub tecnológico-financiero de referencia en América Latina. El principal reto para su establecimiento es la puesta en marcha de una regulación que promueva el mismo enfoque de escala.

“En el mundo de las fintech hay un par de desafíos para avanzar hacia el hub: la necesidad de contar con un marco regulatorio, así como pensar en algunos incentivos tanto en el mundo del emprendimiento como de la inversión”, sostuvo Isabel Bravo, directora de Inbest Chile, corporación promotora del mercado financiero chileno a nivel internacional.

El establecimiento de un marco regulatorio sentaría las certezas necesarias para promocionar la inversión en Chile, según comentaron varios especialistas durante el Chile Fintech Forum 2021, celebrado a inicios de este mes.

Este recurso normativo permitiría incentivar un desarrollo aún más acelerado de talento e innovación fintech en el país, así como el crecimiento del ecosistema respaldado por un tráfico de inversiones que promueva su internacionalización.

Actualmente, el ecosistema fintech en Chile está integrado por 179 emprendimientos, un 60% más de negocios financieros tecnológicos que hace casi dos años, lo que se traduce en un ritmo de crecimiento anual del 38%, según datos de Finnovista.

“Lo que tiene que hacer Chile para convertirse en el verdadero hub tecnológico es crear un ecosistema jurídico y administrativo que facilite el desarrollo de las plataformas tecnológicas”, aseguró Felipe Harboe, candidato a la Convención Constituyente.

En esta misma línea, la asesora de innovación financiera del Ministerio de Hacienda, Rosario Celendón, indicó que el acceso a capital es uno de los elementos más importantes para continuar empujando la nueva disrupción de los servicios financieros chilenos.

“Se requiere acceso a capital, acceso a talento, colaboración con empresas del área fintech, pero también con otros actores del sistema financiero. Una integración con los actores incumbentes y un marco regulatorio”, puntualizó.

Regular desde la visión país

Al igual que otros países de la región, Chile se encuentra en la carrera por desarrollar un marco regulatorio que le permita estar a la par de sus vecinos regionales en esta materia –como México y Brasil-, y así obtener la atención necesaria de inversionistas para impulsar y exportar su ecosistema.

Desde Fintech Chile indicaron que el regulador no puede “darse el lujo” de desarrollar una normativa deficiente, ya que solo pondría en desventaja la posición del territorio frente a otras potencias fintech que yacen en Latam.

“Si nosotros queremos convertirnos en un lugar donde pongan sus fichas los fondos internacionales y las grandes tecnológicas, debemos tener un mejor marco regulatorio”, comentó Gonzalo Kirberg, vicepresidente la asociación chilena, FinteChile.

Las consecuencias de una regulación incompetente serían múltiples, como la reducción de espacios de colaboración, afectación en las fuentes de financiamiento, frenar el desarrollo de algunas verticales y asumir un riesgo en la reputación.

Para combatirlo, un marco «idóneo” debe gozar de una naturaleza legal flexible, proporcional a los riesgos. Debe también ser neutral tecnológicamente y nivelar la competencia a partir de la simetría de información, expresó Celendón.

A la par de las regulaciones, el fomento a la innovación tecnológica es otro punto de interés donde el sector fintech espera ver iniciativas públicas con celeridad.

La última instantánea de la escena fintech chilena destaca que el 72% de las innovaciones financieras tecnológicas aseguran estar listas para escalar o se encuentran en una etapa de crecimiento y expansión, de acuerdo con datos de Finnovista.

En suma, el escalamiento global es de las metas más firmes entre los nuevos jugadores, una práctica que debe ser respaldada por una agenda de Estado que así lo promueba.

“La base regulatoria, obvio tiene que existir en cualquier industria, pero realmente nos falta una agenda donde se desarrolle la industria y se den los incentivos, no solo para que se creen empresas y se fondeen los capitales semilla, sino para que ideas y proyectos que ya estén en funcionamiento, escalen”, exigió el representante de FinteChile.

A fin de incentivar el ascenso de los nuevos jugadores en el mercado financiero chileno, Celendón, del Ministerio de Hacienda chileno, propuso “nivelar la cancha de la simetría de información”.

En la actualidad, el sector financiero tradicional es el segmento que aloja la mayor cantidad de datos de los clientes, lo cual les otorga una ventaja competitiva informacional frente a sus nuevos pares financieros. La idea, adelantó la asesora, es apostar por un mercado de open finance.

“La visión que tenemos es de dar, junto al marco regulatorio para ciertos modelos que son relevantes, un marco que lo potencie como es el de las finanzas abiertas. O sea, poner al consumidor al centro del sistema financiero y que éste pueda, con su consentimiento, decidir entregar esos datos que están en las instituciones financieras a los actores”.

A la par de esta proyección, Celendón agregó que el diálogo público-privado no debe cesar, ya que esta es la única manera en la que, a su juicio, Chile verá cumplido su objetivo de ser un hub tecnológico financiero en Latam.